Alexandre BIGOT
1862 - 1927
Estamos a mediados del siglo XIX, Japón, hermético y cerrado hasta entonces, se va abriendo poco a poco a Occidente.
Bajo el impulso del comerciante de arte Hayashi Tadamasa, las obras de artistas japoneses como Hokusai, Hiroshige, Utamaro y otros se dieron a conocer durante las Exposiciones Universales de París de 1867, 1878 y 1889.
Este enfoque artístico del Lejano Oriente influirá progresivamente en la pintura y el arte en general del viejo continente. Una renovación artística de ceramistas y escultores apuesta también por la vuelta a la naturaleza, la autenticidad y la emoción.
Alexandre Bigot será uno de ellos y, sin embargo, nada le predestinó a convertirse en uno de los más grandes ceramistas de su tiempo.
Con formación científica, doctor en ciencias, profesor en las Grandes Ecoles, Alexandre Bigot se enamoró de la cerámica cuando fue descubierta en la Exposición Universal de París de 1889.
Luego detuvo su carrera universitaria por una carrera artística.
En 1890, se unió a la Union Syndicale des Architectes fundada por Anatole de Baudot, abierta a todos: artistas, industriales, constructores, ingenieros, etc.
Esta particularidad le permite conocer a los arquitectos y facilitar colaboraciones.
Su formación como químico orgánico y sus conocimientos de mineralogía, adquiridos con su maestro Charles Friedel, le llevaron a profundizar en los estudios sobre el esmaltado con el objetivo de crear esmaltes con infinitos colores.
Tras largas investigaciones, sus descubrimientos son múltiples; la calidad de un esmalte depende del número de sus componentes y del papel de cada uno en relación a los demás, su color cambiará dependiendo de los elementos básicos y ácidos que contenga. Otra conclusión importante es que los fenómenos generados durante largas cocciones a alta temperatura modificarán el aspecto final de los esmaltes tras la fusión.
La publicación en 1893 de los resultados de su larga investigación elevará a Alexandre Bigot al rango de maestro entre los ceramistas de la época.
Pero lo más destacable en el campo de la arquitectura con Bigot sigue siendo su método de producción. De hecho, sus modelos, la elección de los formatos y los tonos han sido diseñados y fabricados por encargo y de acuerdo con el arquitecto. Incluso se realizaron algunas piezas esculpidas en el lugar.
Todas estas consideraciones hacen que los edificios sobre los que interviene sean obras únicas.
